Dipladenia, una planta trepadora con flores lindas y exóticas

La Dipladenia es una planta trepadora perenne y con flores vistosas y exóticas que exhiben un gran abanico de colores y surgen en gran número. Es oriunda de las selvas de Sudamérica y ahí algunas Dipladenias logran alcanzar los 9 m de altura, por lo que solamente 40 variedades son aptas para ser cultivadas como plantas de interior. Una de las especies que se cultiva como planta de interior es la Dipladenia sanderi, que puede llegar a alcanzar hasta los 3 m de alto, aunque se puede controlar a través de la poda y hacer que no exceda los 1,2 m.

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La Dipladenia tiene unas flores atractivas de color rosa y en forma de trompeta que crecen en verano. Asimismo, posee una predisposición natural a colgar y trepar.

Cuidados de la Dipladenia durante todo el año

Colócale a la Dipladenia un tutor o un enrejado de alambre para que la planta logre aferrarse a él a medida que crece. Ten mucho cuidado de no dañar sus raíces en el momento de introducir la varilla en el compost.

Cada dos años tendrás que cambiar la Dipladenia de maceta a comienzos de la primavera y colocar en el fondo de la maceta una capa de 13 mm de trozos rotos de tiesto para mejorar el drenaje. Después, llena la maceta con compost a base de turba.

Has que la Dipladenia crezca en una atmósfera caliente, húmeda y con luz natural, aunque no le agrada el sol directo. Si quieres que se desarrolle correctamente, provéele una temperatura de 18 °C. Riega la planta libremente para que el compost esté siempre húmedo, pero no encharcado, y añade un fertilizante líquido al agua cada dos semanas.

Cuando llega el otoño, poda la Dipladenia justo después de haber finalizado la floración. Esto estimulará la planta a producir muchísimas flores al año siguiente. Riégala moderadamente y rocíala para mantener la humedad.  Ponla en un sitio con buena ventilación, pero evita las corrientes de aire y recuerda que la temperatura no debe descender los 13 °C.

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