La tierra del jardín, generalmente, no sirve para macetas
porque retiene demasiada agua y se compacta formando una masa sin aireación que
hace que las raíces no puedan respirar bien y terminen pudiéndose, o también es
probable que se encuentre infectada por plagas y diversas enfermedades que podrían dañar las plantas.
Por tal motivo, para lograr un buen resultado, es necesario
aprender a hacer un compost para macetas de buena calidad. Si bien, este se
puede comprar preparado en viveros o centros de jardinería, también lo puedes
hacer en casa.
Existen dos tipos de compost
para macetas que puedes encontrar en los establecimientos de jardinería o
preparar en casa sin ningún tipo de conocimiento. La mezcla tradicional se
prepara con base de tierra negra, turba (material orgánico parcialmente
descompuesto en agua), arena y fertilizante mientras que los compost modernos
se preparan sin tierra negra y se utiliza turba, arena gruesa, perlita y vermiculita
más un fertilizante.
Pros y contras del compost sin tierra
Pros
- No pesan demasiado y, por tanto, son muy fáciles de transportar.
- Son ideales para plantas que no soportan el suelo calizo. Sin embargo, deberás asegurarte de que el compost esté elaborado con un fertilizante sin cal.
- Estimulan el crecimiento de raíces sanas, siempre y cuando, se sigan las instrucciones que los sacos de compost tienen en su parte trasera.
Contras
- Se deben reafirmar y, lo más probable, es que las plantas grandes o pesadas no tengan suficiente soporte.
- No conservan los nutrientes mucho tiempo, así que el abono debe empezarse poco después de la plantación.
- Tienden a acumular bastante agua y, si el riego es excesivo o demasiado frecuente, el compost puede anegarse.
- Si se los deja secar por completo puede resultar muy difícil volverlos a humedecer.
Pros y contras del compost con base de tierra
Pros
- Al ser pesados, proporcionan un soporte firme para las plantas grandes y pesadas.
- El drenaje del agua sobrante y la circulación del aire suelen ser perfectos.
- Ayuda a retener los elementos nutritivos, así que no es necesario comenzar a abonar de inmediato después de la plantación.
- Es muy fácil volver a humedecerlos si se secan por completo.
- Si tienes tendencia a regar demasiado tus plantas, tendrás menos posibilidades de anegarlas con este tipo de compost.
- Son ideales para plantas que, como las alpinas, se dan mejor cuando el drenaje es bueno.
- Son apropiadas para la mayoría de las plantas.
Contras
- Algunos compost con base de tierra son de mala calidad por el uso de la tierra pesada. En este caso, agrega a la mezcla un tercio de su volumen en arena gruesa para mejorar la aireación y el drenaje.
Comprar compost
Comprando una buena marca, tendrás pocas posibilidades de
equivocarte. Si cultivas Azaleas, Camelias, Rododendros y otras plantas que no
soportan el suelo calizo, compra un compost especial. Los compost sin tierra son ideales para cestas colgantes, donde se
precisa un peso mínimo; también son apropiados para plantaciones de temporada,
como por ejemplo las decoraciones de primavera y verano para los maceteros.
Compra marcas conocidas en centros de jardinería.
Generalmente, se miden por litros y se venden en sacos de diversos tamaños. Si
se ve que el compost está mojado porque ha entrado agua de lluvia en el saco,
deberás devolverlo al centro de jardinería en donde lo compraste.
En algunas ocasiones, el compost parece compactado, porque
las bolsas fueron almacenadas. En ese caso, deberás desmenuzarlo con las manos.
El compost tiene que estar húmedo, así que no tendrás que mojarlo antes de
plantar.
Recuerda que el compost se mantendrá en excelentes condiciones solo seis
u ocho semanas luego de abrir el saco, así que no trates de utilizarlo todo al
abrirlo.
Haz tu propia mezcla de compost
Si posees diversas macetas para rellenar o tienes algunos
maceteros grandes, te convendrá mucho más hacer
tu propia mezcla de compost. Existen muchas formas de hacerlo, pero las “recetas”
que te daré a continuación, te servirán de ayuda, dado que todos los
ingredientes se encuentran medidos por peso y tienen que mezclarse de manera
minuciosa.
♥ Compost básico: mezcla siete partes de tierra negra
esterilizada, dos de arena y tres de turba. La tierra negra tiene que ser
liviana o media y puedes comprarla en sacos en los viveros o centros de
jardinería, o bien, en grandes cantidades en los abastecedores de humus. Usa
turba esfagnácea, que se vende en balas, y arena gruesa, sin cal, especial para
horticultura, que también se comercializa en sacos en los centros de jardinería
o, en grandes cantidades, en los centros abastecedores de artículos hortícolas.
La arena gruesa puede venderse con otros nombres.
♥ Compost sin tierra: mezcla 13,5 l de turba y 4,5 l de arena
(perlita o vermiculita) y, posteriormente, añade un fertilizante, siguiendo
siempre las instrucciones de la etiqueta. Puedes agregar un poco de tierra
negra ácida o sin cal y mantillo descompuesto, si los consiguiera, en vez de
fertilizante. Las proporciones exactas no tienen importancia.
♥ Compost no calizo: evita productos con cal, pero usa
turba ácida o sin cal y no utilices piedra caliza o greda.
¿Cuánto compost se precisa?
Uno de los métodos más eficaces para medir cantidades pequeñas de compost en casa es utilizando un cubo
plástico con capacidad de 9 l. Bloquea el agujero de la base del recipiente con
masilla y úsalo como medida, y llena el recipiente con agua para determinar
cuánto compost precisas. Estos son algunos ejemplos de compost:
- Un macetero redondo de 43 cm de diámetro y 25 cm de profundidad precisará 32 l de compost.
- Un macetero redondo de 53 cm de diámetro y 30 cm de profundidad necesitará 56 l de compost.
- Un macetero cuadrado 60 cm de ancho e igual profundidad precisará 195 l de compost.
- Una jardinera para el alféizar de una ventana de 90 cm de largo, 23 cm de profundidad y 25 cm de ancho, precisará 45 l de compost.
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