La Rosa de la China
es oriunda de las regiones tropicales de Asia y pertenece a la familia de la
malváceas. Es un arbusto ramificado de 2 a 5 m de altura con hojas aserradas de
color verde intenso de 5 a 12 cm de largo. Sus flores axilares solitarias
simples, dobles, acampanadas, rosadas, amarillentas, anaranjadas y rojas de 8 a
12 cm de diámetro, suelen durar solamente 3 días en la planta.
La Rosa de China es
apropiada para el cultivo en el jardín, en maceteros y en balcón por su
floración que comienza a mediados de la primavera y continúa hasta fines de
otoño.
Suelo, abono y riego de la Rosa de la China
La Rosa de la China
prefiere el suelo fértil, levemente ácido, con una profundidad de 30 cm
como mínimo. Se usa un sustrato compuesto con dos partes de turba, dos partes
de resaca de río y seis partes de tierra negra para el cultivo en recipientes.
Cabe destacar que la Rosa China no se adapta al terreno arcilloso, húmedo o con
poco drenaje.
En cuanto al abono, el uso de 50 a 100g de harina de huesos
en la plantación, ayuda a activar el crecimiento radicular y la floración de la
planta en el primer año, como así también lograr una copa ramificada. Desde mediados
del verano hasta fines del otoño debe agregarse cada 35 días, 3g de
fertilizante compuesto tipo 15-15-15 para que se mantenga florecida de manera
continua. Recuerda que la Rosa China
debe regarse cada cuatro días en verano y cada 15 días en invierno.
Ubicación y propagación
La Rosa China se
cultiva en sitios luminosos, en donde dé la luz solar directa durante la
mañana y se mantenga alejada de los vientos fríos del sudeste durante el
invierno. Para multiplicarla, debe cortarse una sección de 12cm de longitud de
un brote sano y fuerte. Quítale el par inferior de hojas y prepara el esqueje
recortando el tallo al nivel de un nudo o del nacimiento de una hoja e impregna
con hormona de enraizamiento la base del esqueje.
Se inserta en el sustrato húmedo compuesto por turba y
tierra negra en partes iguales. Se riega de manera abundante, se cubre con un
plástico sostenido por alambre y se ventila el almácigo durante cinco minutos
diarios. En un lugar luminoso protegido la luz solar directa y con 20º C produce
raíces en cinco semanas. La cobertura, debe quitarse en la tercera semana.
Problemas y soluciones
- Hojas y pimpollo que se caen: ocurre con frecuencia durante el otoño debido a las temperaturas bajas.
- Hojas nuevas pequeñas y floración escasa: esto se debe por la falta de nutrientes. La solución es fertilizar el sustrato.
- Hojas y brotes con insectos verdes (pulgones): la solución es usar insecticidas sistémicos.
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